La resiliencia se refiere a la capacidad de una persona para adaptarse y superar situaciones difíciles, cambios y adversidades. No significa evitar o ignorar el problema, sino encontrar maneras de enfrentarlo y superarlo, aprendiendo de la experiencia y creciendo a partir de ella. Es una habilidad que puede ser aprendida y desarrollada a lo largo de la vida, y puede ser fortalecida. 

    Trabajar la resiliencia en nuestras aulas es importante porque puede mejorar el rendimiento académico,  fomentar el bienestar emocional, promover la resolución de los problemas y preparar a los estudiantes para enfrentar los desafíos de la vida adulta.    

    Tres palabras claves para trabajar en  las aulas: AMOR, COMPARTIR Y COOPERAR           

                       LAS AULAS HOSPITALARIAS CONTRIBUYEN A LA

                             HUMANIZACIÓN EN LOS HOSPITALES

    Las Unidades Pedagógicas hospitalarias contribuyen significativamente a la humanización en los hospitales a través de una atención integral a los niños y niñas que va más allá de la atención médica.

Mediante actividades educativas, lúdicas, culturales, buscamos mejorar la calidad de los alumnos y alumnas, reducir su estrés y mejorar su estado emocional, haciendo que se sientan un poco más felices, lo que favorece su recuperación. 

Además también fomentamos la participación de las familias en las actividades educativas porque su implicación y colaboración provoca mejoras en el clima del aula, y les brindamos apoyo emocional y psicológico para ayudarles a sobrellevar la situación. En las aulas hospitalarias contribuimos a  la formación de valores como el respeto, la solidaridad, la tolerancia y el compañerismo. Estos valores contribuyen a la formación integral de los pacientes y les ayudan a enfrentar de manera positiva su enfermedad. 

Las aulas hospitalarias es un recurso muy importante para atender las necesidades de los niños y niñas que se encuentran hospitalizados, y que aportan múltiples beneficios para todo el personal implicado.

                                                                     EL DUELO

El duelo es un proceso natural y necesario que vivimos cuando alguien importante en nuestras vidas ha fallecido o hemos perdido algo significativo.

No todos vivimos el duelo de la misma manera, algunas personas necesitan expresar abiertamente sus emociones, necesitan tener gente alrededor como familiares y amigos, y otras personas son más reservadas y lo viven en silencio o necesitan estar solos para procesar el duelo. Tampoco tiene una duración determinada en el tiempo. Podemos necesitar un tiempo corto o largo, e incluso en algunos casos en ese proceso pueden sobrevenir altibajos, y entra dentro de la normalidad. Lo importante es no tratar de evitar o reprimir nuestras emociones porque hay que seguir avanzando y llegar a aceptar la nueva realidad.

En este proceso de duelo es muy importante darnos permiso para sentir y expresar el dolor que sentimos. Lo podemos hacer a través de diferentes medios y técnicas, como por ejemplo, escribir nuestras emociones en un diario, o realizar alguna actividad que nos ayude a liberalizar el dolor como actividades de Arte, música, lectura, y sobre todo la realización de ejercicio físico, porque es significativo trabajarnos tanto física como emocionalmente para poder seguir avanzando.

El duelo es un proceso que es necesario pasar y superar, y es un proceso que nos va a permitir reflexionar sobre nuestras vidas, sobre lo que es importante para nosotros y lo que realmente valoramos. 

UPH Dénia